El miércoles pasado se proyectaron en una de las 7 Nuevas Maravillas del Mundo las banderas de los 166 en los que se han registrado casos de coronavirus. Fue en el marco de un acto religioso sin público en el que se ha pedido rezar por todos los contagiados y fallecidos de todo el mundo.
El acto fue encabezado por el obispo de Río de Janeiro, el cardenal Orani Joao Tempesta, y solo asistieron fotógrafos y camarógrafos con credencial, ya que el Santuario del Cristo Redentor está cerrado para el público.
«Es un momento de oración y de unión entre los pueblos. Rezamos y le pedimos a Dios que las autoridades encuentren los caminos y que todos colaboren para que podamos superar lo antes posible este tiempo difícil», explicó Tempesta.
La imagen de la atracción más emblemática de Río de Janeiro recorrió el mundo, esparciendo un mensaje de amor y solidaridad.