La Montaña de la Mesa es el símbolo icónico de Sudáfrica, y forma parte de las Nuevas 7 Maravillas de la Naturaleza desde el 2011. Desde la apertura del teleférico en 1929, millones de personas han realizado este viaje hasta la cima de Montaña de la Mesa.
Casi un siglo de funcionamiento ha transformado esta atracción icónica en una parte integral del patrimonio cultural y natural de Ciudad del Cabo.
Todo comenzó en 1926, cuando un visionario ingeniero noruego llamado Trygve Stromsoe presentó sus ambiciosos planes para un teleférico que ascendiera a Table Mountain.
No pasó mucho tiempo para que esos planes ganaran fuerza y, poco después, se formó Table Mountain Aerial Cableway Company (TMACC).
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Se inició la construcción y en 1929, después de años de dedicación y arduo trabajo, se completó el teleférico, convirtiéndolo en el primero de su tipo en Sudáfrica.
El 4 de octubre de 1929 marcó un día histórico cuando el teleférico abrió sus puertas al mundo. Sudáfrica acababa de dar la bienvenida a su primer teleférico y estaba situado majestuosamente en la Montaña de la Mesa.
Más allá de su importancia histórica, el teleférico de Table Mountain ha defendido constantemente las iniciativas de sostenibilidad.
Ha adoptado prácticas ecológicas y ha hecho de la conservación del medio ambiente una parte integral de su misión.
Esta dedicación a preservar la belleza natural de Table Mountain y sus alrededores ha sido un testimonio del compromiso de TMACC con un futuro más verde.
La Montaña
Cabe recordar que la Montaña de la Mesa es el símbolo icónico de Sudáfrica, y forma parte de las Nuevas 7 Maravillas de la Naturaleza desde el 2011.
La Montaña de la Mesa está dentro del Parque Nacional de la Montaña de la Mesa, que es reconocido a nivel global por su biodiversidad única de fauna y flora autóctona de Sudáfrica.
Este parque nacional protegido, tiene algunas características notables que la convierten en un destino fantástico para los amantes de la naturaleza y se merece más que un rápido viaje en teleférico para ver la vista desde la cima, aunque esa es una fantástica manera de experimentarla.