Estas islas volcánicas se encuentran habitadas por una población de aproximadamente 5.700 lagartijas gigantes, cuya apariencia y comportamiento agresivo les ha dado el nombre de Dragones de Komodo. Esta especie única no existe en otro lugar del mundo y es de gran interés para los científicos que estudian la teoría de la evolución. Las laderas escarpadas de la sabana árida y los focos de vegetación verde espinosa contrastan severamente con la arena blanca de las playas y las aguas azules que bañan los corales.