En el corazón de las Cataratas del Iguazú se encuentra una caída de agua semicircular con 80 metros de alto y 2.700 metros de diámetro, está ubicada en una línea basáltica marcando el límite entre Argentina y Brasil. Formada por numerosas cascadas que producen vastos cauces de agua, es una de las cataratas más espectaculares del mundo. Por su parte, el bosque atlántico o selva subtropical que las rodea tiene más de 2.000 especies de plantas vasculares y es hogar de la fauna salvaje típica de la región: tapires, osos hormigueros gigantes, monos aulladores, ocelotes, jaguares y caimanes yacaré.